lunes, 25 de octubre de 2010

DÍAS MUERTOS.


Hago recuento de los días muertos,

Percibo su descompuesta esencia,

Sus horas tumoradas de traiciones,

Enfermas de deslealtad, de Infamia  y miedo.



Emprendo viaje sin mirar atrás,

Mientras dejo escrito un conciso epitafio de olvido.

domingo, 25 de julio de 2010

A DÍA DE HOY


A día de hoy,

cuando el solsticio de todos los soles

sin geografía

somete y diluye los márgenes del camino,

pienso en ti y en tu luz de luna.


A día de hoy,

como una abierta herida, obstinada

e insondable

se desgranan mis tristezas más definitivas;

pienso en ti y en la matemática deliberada del espejo.


A día de hoy,

pienso en ti y en el reflejo demorado

del tiempo, breve, crepuscular,

que ya se perdió en tu mirada.


Se me sube la sangre toda

a la garganta,

garganta afligida

que ya no puede gritar;

se colapsa

y se fragmenta en aullidos inaudibles

de dolor clausurado.


A día de hoy

solo estoy,

solo sin ti,

sin mí,

sin dios,

sin sueños

ni promesas,

sin paz,

sin esperanza.


viernes, 4 de junio de 2010


El paisaje del destino guarda a veces un parecido asombroso con el paisaje de los sueños...

miércoles, 14 de abril de 2010

VIEJA LLUVIA

Esta vieja lluvia

que me sigue

adonde voy

como una sombra de agua

persistente...


Estos huesos cansados

con su hueca

y efímera cadencia

de soledad en procesión...


Este paisaje opaco,

esta ausencia de horizonte,

y las difusas lindes

que franquean el futuro...


Todos los sueños

enterrados en el barro

anodino y conciso

del desengaño...


Mis huellas,

mis pies

y el empeño irreductible

que los anima y eleva...


Los nombres que aún me duelen,

los lugares y los rostros

extirpados a la memoria

con la precisión del cirujano;

la biografía olvidada,

las demoradas ausencias...


La muerte en gris,

la vida en gris,

la inútil espera y un equipaje

con siglos de tristeza...


Tanta concavidad

y toda la inexplorada profundidad

de algunas heridas...


Y a día de hoy,

la recolección orgullosa

y el acomodo urgente

de los latidos que sobreviven

a todos los naufragios...


A día de hoy,

la reconstrucción dedicada y minuciosa

de las estancias del corazón,

la apertura trémula

de puertas y ventanas,

el adviento urgente del color,

la sinfonía de flores y esencias

sobre el lecho de la ilusión,

las luces prendidas,

y el camino de pétalos

que delimita un acceso

diáfano y soleado...


El mar infinito

lamiendo la isla humilde...



Y en el centro de la isla,

el niño resucitado...


...esperándote

con caracolas

imposibles

en las manos...